Julio Parra es un Maestro en artes plásticas graduado de la Universidad Nacional de Colombia, cuyo gran interés radica en crear experiencias personales que le permitan construir su propia visión de lo que significa formar parte de este vasto universo con sus múltiples lenguajes.
Las obras efervescentes de garabatos y las pinceladas salpicadas por Parra en el lienzo rígido, reflejan una visión positiva similar a la retratada por Basquiat. Sus trabajos muestran una cruda inocencia y una autenticidad inspiradas en el primitivismo de Henri Matisse y Pablo Picasso. Sin embargo, su trabajo se basa en una esencia más innata, poderosa e instintiva, tejida audazmente en una forma contemporánea.
Sus pinturas nos ofrecen una lente para observar el capitalismo, la belleza y la decadencia urbana, así como la desigualdad y explotación social y económica en la sociedad latinoamericana. A menudo, el trabajo de Parra también plasma objetos mundanos y productos de consumo.
La obra de Julio Parra, aunque profundamente personal, contiene elementos universales. Se nutre de la historia del arte, toma referencias de su entorno, se expresa con libertad y tiene plena conciencia de su especialidad. Trata cada aspecto con franqueza, otorgándoles a todos una jerarquía igual durante el proceso y enriqueciendo así su contenido. Su uso arriesgado del color fluctúa entre gamas variadas e intensas, y tonos desconcertantes, creando auténticas atmósferas poéticas.
Su grafismo oscila entre la palabra y los signos que emergen espontáneamente en la superficie de un espacio pictórico liberado de similitudes con el mundo exterior. La palabra se configura para pasar a ser imagen. Gracias a que hay destrucción, se permite construir, convirtiendo su obra en contorno, dibujo, forma y trazo.
Julio Parra concibe la pintura como un espacio de experimentación y reflexión, creando su propio lenguaje, honesto en su proceso y claro en su ejecución. A través del color, la línea y el símbolo, crea una narrativa sutil y lúdica, confiando en el poder de la pintura como medio de expresión humana.
Sus imágenes en constante movimiento reflexionan sobre nuestro mundo inacabado y en continua expansión, sin un estado final definido y en constante evolución.
Parra inicialmente permite que el azar, el accidente y la improvisación guíen su abstracción, pero en un momento del proceso, recurre al análisis crítico para extraer de la experiencia un resultado concreto y consciente.
