El arte textil moderno se ha consolidado como una de las tendencias más fuertes del arte contemporáneo. Por su conexión con prácticas ancestrales y su expansión hacia lenguajes conceptuales y escultóricos, esta disciplina ha encontrado en América Latina un terreno fértil para el desarrollo de propuestas innovadoras y profundamente simbólicas. En este panorama, la artista Olga de Amaral ocupa un lugar central, no solo por su innegable maestría técnica, sino por haber elevado el arte textil al escenario internacional, y ser pionera en convertirlo en arte fino, más allá de la artesanía.
Hablar de arte textil implica conocer un universo de materiales, procesos, discursos y sensibilidades. No se trata únicamente de tapices decorativos o textiles utilitarios; el arte textil contemporáneo es una exploración del lenguaje visual a través de la fibra. Artistas de arte textil de diversas latitudes han contribuido a expandir sus posibilidades, rompiendo las fronteras entre el arte, la artesanía y el diseño.
Mayor exponente del arte textil: Olga de Amaral

Olga de Amaral (Bogotá, 1932) es, sin lugar a dudas, una de las artistas más influyentes en la historia del arte textil latinoamericano. Desde los años sesenta, su trabajo ha sido reconocido por su capacidad de trascender la función tradicional del tejido y proyectarlo hacia dimensiones espaciales, espirituales y simbólicas. A través de materiales como el lino, la lana, el algodón, el yeso y la hoja de oro, Amaral ha creado piezas que se sitúan entre la pintura, la escultura, la artesanía ancestral y la arquitectura.
Sus obras, a menudo denominadas tapices escultóricos o textiles abstractos, evocan paisajes, rituales y estructuras precolombinas. La artista se ha inspirado en el arte colonial, las tradiciones indígenas, la arquitectura colonial y las texturas naturales, logrando construir un lenguaje profundamente enraizado en lo latinoamericano, pero con resonancia universal.
La relevancia de Olga de Amaral en el arte textil moderno no se limita a la calidad estética de sus obras. Su influencia ha sido determinante en la legitimación del arte textil como una disciplina artística autónoma, especialmente en Colombia y América Latina. Su participación en importantes eventos internacionales, como la Bienal de São Paulo, la Trienal de Tapestries de Lodz (Polonia) y exposiciones en instituciones como el MoMA y el Museo de Arte Moderno de Bogotá, consolidan su posición como referente global. Además, su destacada exposición retrospectiva en la Fundación Cartier en 2024, trasladada a Miami en 2025.

Arte textil contemporáneo y latinoamericano: una práctica en expansión
Más allá de Olga de Amaral, la escena del arte textil latinoamericano es amplia y diversa. En países como Chile, México, Argentina y Perú, numerosos artistas han retomado las técnicas textiles para explorar temas como la memoria, la identidad, la naturaleza y el cuerpo. El arte textil contemporáneo se convierte así en un campo fértil para el cruce de saberes tradicionales y perspectivas contemporáneas.
Estas prácticas consolidan al arte textil latinoamericano como una voz crítica, sensible y profundamente conectada con el territorio. No es casual que muchas de estas propuestas sean protagonizadas por mujeres artistas, quienes encuentran en las fibras y las tramas una forma de reivindicar saberes femeninos, colectivos y ancestrales que históricamente fueron relegados del canon del arte.
Galerías de arte textil: un nuevo espacio para la valorización
El creciente interés por el arte textil contemporáneo ha llevado a muchas galerías de arte a incorporar en su programación exposiciones centradas en esta disciplina. La figura de la galería de arte textil ha cobrado fuerza como mediadora entre los artistas y un público ávido por explorar nuevas formas de expresión. Este tipo de espacios se convierten en plataformas fundamentales para la visibilización de artistas de arte textil emergentes y consagrados.
Además, el coleccionismo de arte textil moderno ha ganado terreno en los últimos años, gracias al reconocimiento de su valor estético y conceptual. Coleccionistas y curadores han comenzado a considerar estas obras no solo por su belleza formal, sino por su capacidad de narrar historias complejas, conectar con lo local y expandir el lenguaje del arte contemporáneo.
Arte textil colombiano: tradición y contemporaneidad
Colombia ha sido un territorio especialmente fecundo para el desarrollo del arte textil. Además de Olga de Amaral, destacan artistas como Alejandra Aristizábal, quien con una mirada más contemporánea, crea obras textiles con un significado profundo.
Este diálogo entre tradición y contemporaneidad refuerza el potencial del arte textil como una práctica profundamente relevante para nuestro tiempo. La sostenibilidad, la diversidad cultural, la descolonización del saber y la revalorización del trabajo manual son algunas de las temáticas que atraviesan las obras de artistas textiles contemporáneos.
