Javier Caraballo

Las obras maestras de la historia del arte son importantes por su calidad técnica, estética y contenido simbólico, y han servido como inspiración de varias generaciones manteniéndose en la retina de los observadores para revivir el placer visual que les proporcionó, o suscitar reflexiones sobre el arte, el acontecer y la vida. El arte de Caraballo versa entonces sobre obras reconocidas y valoradas por sus contenidos e innovaciones. Pero el artista no sólo se apropia de las pinturas de los grandes maestros sino también de las de los niños que son realmente los puntos focales de su obra. Su presencia, ejerciendo el rol de pintores que intervienen o copian los cuadros de los que Caraballo se ha “adueñado”, les otorga a sus obras un aire de inocencia y espontaneidad característica de los actos infantiles, pero también es un recordatorio de que el cuerpo humano es el contorno, soporte y vehículo de nuestra experiencia personal y colectiva.